sábado, 1 de septiembre de 2007

El Guacamayo

El guacamayo, ave de hermoso, codiciado plumaje, en el que predominan los colores rojo y verde, despierta la admiración de quienes lo contemplan tanto en su medio natural como en refugios y zoológicos. El guacamayo rojo (Ara macao) y el guacamayo verde (ara militaris) acicalan constantemente sus plumas de vivos colores con sus gruesos picos, que les sirven para buscar insectos en los viejos troncos de los árboles. Estos bellos animales, que se pasan la mayor parte del día asoléandose y comiendo, pertenecen a la familia de los psitácidos. En México hay 18 especies de guacamayos que comprenden a los más grandes y coloridos integrantes de la familia de los loros. Su hábitat en la América tropical abarca desde el sur de México hasta Paraguay. Algunas de sus características físicas sobresalientes son, además de la vistosidaad de su plumaje, el enorme pico largo y curvado que tiene en la mandíbula superior y sus redondos ojos negros, circundados de piel desnuda. Entre las costumbres conocidas de los guacamayos se sabe que van de un sitio a otro siempre y en bandadas estridentes y provocan gran algarabía cuando están en grupo acicalándose, comiendo o asoleándose; todo les parece motivo para chillar a coro. Solo permanecen callados cuando están criando a los pequeños. Por las mañanas, apenas despunta el sol en el horizonte, abandonan su percha nocturna para reunirse en un árbol con sus congéneres; permanecen en comunidad por mucho tiempo acicalándose y asoléandose hasta que el hambre los impele a lanzarse entre los árboles en busca de comida. El espectáculo que proporciona el grupo de guacamayos multicolores volando mientras sortea los diversos árboles es algo que nunca se olvida, según afirman los que han tenido la suerte de presenciarlo. Cuando el calor del mediodía se intensifica, estas aves prefieren cobijarse a la sombra de las ramas o en las oquedades de los troncos, mordisqueando la madera para propiciar la salida de los insectos que allí habitan; cuando el sol declina, nuevamente se lanzan al vuelo y reanudan sus actividades rutinarias, para retornar a su habitul lugar de reunión: un árbol desnudo que les sirve para realizar "los comentarios del día" y retirarse luego a descansar.

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